Seguramente has escuchado en algún momento la expresión “La magia del cine”. Esta frase puede ser interpretada de varias formas: Es un espectáculo que nos maravilla, es un encanto que nos lleva a ver cosas fantásticas en mundos extraños, etc.
De cierta forma, todo esto es cierto, pero tomaré un enfoque que engloba todo el quehacer de ficción por medio del cine: La magia es una ilusión, una especie de truco.
Sin embargo esto no es malo, ya que nosotros como audiencia estamos de acuerdo en que lo que vemos es un truco, un acto que buscar hacernos creer que es real. Pagamos por ser engañados y nos gusta. Y precisamente ahí está el secreto del truco: es creíble.
No nos importa que se trate de extraterrestres, abogados o caballeros medievales. Lo importante es que el engaño sea convincente para no romper el encanto.
Entonces la magia (o el cine) no es real, sino creíble; pero ¿cómo lo logramos? Pues es justo aquí donde entra la Dirección de Arte.
El legendario Ken Adams, diseñador de producción a quien le debemos el icónico diseño de la guarida en la isla del acérrimo enemigo de James Bond, Ernst Stavro Blofeld - en la película Sólo se Vive dos Veces -, menciona que la labor del director de arte se cumple en dos partes:
La primera es replicar el mundo real. Hacer parecer que un cuarto construido en un set de televisión o para cine parezca real y habitado por los personajes. Esta labor requiere conocimiento acerca del mundo real ya que se está tratando de replicar. Habrá que investigar el estilo visual de la época, la arquitectura, materiales y tecnología del momento, etc. Un trabajo muy interesante pero que requiere de rigor en la investigación y pericia técnica para poder darle apariencia “real” al espacio. Ken Adams opinaba que esto era solo una parte del trabajo.
La segunda consiste en agregarle algo nuevo a lo real; la realidad ya existe y ya la conocemos pues la habitamos toda nuestra vida. Pero el Director de Arte pretende darle un carácter único a lo que estamos recreando y evitar así que sea sólo una buena réplica sino un trabajo con aliento nuevo.
Este punto tiene que ver con la pulsión que siente todo artista de crear; está bien copiar para aprender, pero siempre es más divertido innovar.
El diseño de arte para la producción es lo que hace que el mundo que estamos viendo en pantalla sea habitable, creíble e idealmente nos permita disfrutar de una nueva forma del ver lo que ya conocemos. Si está mal hecho se romperá el encanto, nuestra mirada reparará en lo acartonado de las paredes, lo simple o inadecuado de los vestuarios, las texturas de las telas, etc.
En grandes producciones se invierten grandes sumas de dinero para el diseño y creación de nuevos mundos como es el caso de Game of Thrones cuyo departamento de arte capta gran parte del presupuesto total de la serie ya que gran parte del atractivo de la serie es la construcción de ese mundo fantástico; incluso los actores mencionan que es más fácil entrar en la mente de sus personajes ya que todo lo que los rodea los transporta a ese mundo de ficción: los sets enormes que ha sido detallados a profundidad; el vestuario, que según el corte, los materiales y los decorados, hablará de quien lo porta. Así mismo sucede con los props: espadas, lanzas y escudos o mesas, sillas y copas de vino.
Todo es información visual que ayuda a reforzar la idea del mundo que se está mostrando en pantalla. Dicha información ayuda a los actores a entrar en su papel y termina por convencer al público sobre aquello que ve; ayudará a dar sentido y verosimilitud.
En síntesis: el objetivo de la Dirección de Arte es proporcionar al espectador un cúmulo de códigos visuales. El director de arte y su equipo de diseñadores deben crear mundos que comuniquen una idea congruente a la audiencia, manteniendo unidad entre todos los elementos involucrados para reforzar así el discurso y exaltar las emociones.
Hacer (buena) dirección de arte es un trabajo pesado, demandante y muy laborioso.
Obviamente cada proyecto es distinto y está limitado a las necesidades del mismo, las intenciones comunicativas del proyecto, el presupuesto y tiempo con el que se cuenta. Ningún proyecto será igual que otro y eso es parte de lo divertido.
Es el trabajo perfecto para quien desea crear; es verdad que requiere de un gran esfuerzo mental y de muchas semanas de investigación pero nunca olvides que todo mundo fantástico vale la pena.
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