Si bien sabemos que el portafolio debe contar con aquella selección de piezas gráficas que, previamente curadas, nos llenen de orgullo y hablen de nuestro trabajo como diseñadores e individuos, también hay que considerar otros factores que nos ayudarán en la exposición del trabajo que ya realizamos.
Formato:
La presentación es clave, por lo que se debe considerar el formato en el que haremos entrega de nuestro portafolio, esto en sí mismo dará pauta como primer acercamiento con nuestros reclutadores. Recordemos que las plataformas digitales nos dan una gran variedad de opciones para mostrar nuestro trabajo, pero es fácil perderse si no sabemos el enfoque que cada una tiene.
Behance: Tiene un enfoque específico para diseñadores de giro comercial, ilustradores, editoriales, etc.
Artsation: Su entorno es ideal para diseñadores conceptuales, artistas digitales, ilustradores de concepto, animadores, y todos aquellos que sean más afines a un entorno de entretenimiento.
Digital VS Físico:
Tener ambas versiones es lo ideal; digital e impreso, cada uno sirve dependiendo del tipo de entrevista a la que nos estemos enfrentando.
Presentación:
Lo recomendable es mantener cierta sobriedad en la presentación del portafolio, aunque no por eso debe ser aburrido. Las personas que revisan nuestro trabajo quieren ver la creatividad en las piezas que desarrollamos y no en el envoltorio.
Tamaño:
Si estamos trabajando en un formato físico, lo ideal es presentarlo en un tamaño tabloide (43cm x 28 cm), de esta forma las piezas se ven a detalle y no pierde la practicidad al mostrarlo.
Acabados:
Las impresiones se recomiendan en un acabado mate, ya que los acabados brillosos no permiten apreciar en su totalidad el trabajo. En este punto es importante remarcar que la inversión que se haga, debe mostrar nuestro carácter como profesionales, es fundamental invertir en excelentes impresiones y empastados.
Contenido:
Portada sobria, que contenga nombre e identidad (logotipo).
Un aproximado de diez piezas, las cuales deberán estar en sintonía con el puesto al que se esta aspirando y perfectamente curadas.
Incluye piezas que no sólo expongan tu sentido artístico; el sentido narrativo es un punto fuerte dentro de esta industria y también debe reflejarse en estas piezas.
Datos de contacto, mantén estos datos actualizados y que sean específicos para propósitos profesionales.
Recuerda que las piezas que conformen tu portafolio no son exclusivas de algún trabajo con remuneración a cambio. También es válido generar casos propios y desarrollarlos para que formen parte de este documento.
Mantén una lógica homogénea donde se expongan diseños que se apeguen a lo que quieres y al lugar donde aspiras trabajar.
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