Sin duda la idea de los viajes en el tiempo es muy atractiva para el ser humano. Quizá sea porque nos gustaría cambiar algunas decisiones que hemos tomado, evitar algunos errores que hemos cometido, experimentar con las catástrofes históricas de nuestro legado; o tal vez solo nos causa curiosidad lo que pasará en unos cuantos años.
En cualquier caso, la industria del entretenimiento se ha esforzado para hacer de estas fantasías una realidad o al menos en la pantalla grande. Así pues, tenemos películas que exploran cada paradoja temporal y cada imposibilidad a través de entrañables, cómicos y heroicos personajes; como es el caso de la cinta “Avengers: Infinity War” o la trilogía de largometrajes “Volver Al Futuro”.
Es así como después de tantos años de películas sobre viajes en el tiempo llegamos a una serie que lo cambia todo.
Una serie que cuestiona nuestra percepción sobre el tiempo, sobre la historia.
Una serie que reivindica la narrativa alemana pero que además cambia la forma de hacer entretenimiento. “Dark” de Netflix llegó para quedarse en nuestras mentes durante mucho tiempo y no para menos ya que es una gran muestra del talento de los alemanes, además de abrirnos las puertas a una disrupción espacio-temporal exquisita con epicidad y producción muy pocas veces vistas en una serie. Un drama deprimente y post-apocalíptico que, combinado con la impotencia que el tiempo proporciona, te hace estar indeciso al verla, ya que no sabes si emocionarte o romper en llanto.
Ocurre en Winden, un pueblo con secretos y mucha oscuridad, donde el vínculo de cuatro familias está marcado desde el pasado, conviven pacíficamente. Cuando desaparece Mikkel, el más pequeño de la familia de los Nielsen, todo se viene abajo. Los niños empiezan a investigar y uno de ellos no tarda mucho en encontrar que el culpable no viene ni de ese lugar, ni de esa época. Todo resulta ser un secreto muy bien guardado por sus habitantes y un nudo muy difícil de desatar.
Resulta que el fin del mundo está cerca y los viajes en el tiempo tienen la culpa. Es entonces la misión del viajero Jonas romper el ciclo en el que se encuentran atrapados todos en Winden y frenar el apocalipsis; no sin antes toparnos con antagonistas entre las sombras y familias incestuosas.
Sin embargo, esta historia no sería posible sin el proceso creativo adecuado.
Y esto es algo que Baran bo Odar y Jantje Friese (creadores, productores y directores creativos de la serie) sabían de primera mano. Cada detalle está cuidado con cautela infinita y no hay una sola laguna de guión que atrofie a la línea de tiempo que se nos presenta. Todos los personajes están ahí por algo y todo el casting es extremadamente convincente. Pero es que la historia es tan compleja y enredada que es imposible que lo hayan logrado sin un equipo entero detrás que ayude a balancear el argumento.
Diseño de Producción
El diseño de producción es digno de un premio y la dirección de fotografía es obscenamente deliciosa. Es una obra que además explora la filosofía determinista y el drama familiar, sin mencionar que se hace constante alusión a la física cuántica y a paradojas conocidas que te dejarán pensando todo un mes entero. Pero sobre todo esto, la obra hace un extraño pero importante énfasis en la obscuridad de los viajes en el tiempo.
Si bien es cierto que el tema puede llegar a ser apasionante, también puede tornarse macabro.
“Dark” nos lo muestra con las familias incestuosas o los objetos que no tienen un origen. Los personajes cuyos abuelos son ellos mismos, es decir, no existen o no deberían existir. O aquellos que coexisten en todos sus estados temporales al mismo tiempo. “Dark” es una muestra de lo miserable que puede ser un viaje en el tiempo en términos reales.
Sin duda una serie altamente recomendada para los amantes del género, pero también para quienes quieren hacer el ejercicio de cuestionar las posibilidades de nuestra mente y para quienes quieren explorar los límites de nuestro entendimiento. Y no se preocupen, aunque todo lo que verán será una paradoja, eso solo quiere decir que no existe siquiera la mínima posibilidad de viajar por el tiempo.