Por Ariel Rubio.
Netflix anunció el año pasado que lanzaría una serie animada para adultos con temática de ciencia ficción de la mano de Tim Miller (Deadpool, Terminator 6) y David Fincher (Fight Club, Alien 3, The Girl with the Dragon Tatto) y por fin hace unas semanas salió a la luz.
Como ya habíamos hablado en la reseña a super Drags, Netflix ha apostado por la animación desde hace algún tiempo, en consecuencia cada vez más se nota el interés por entregar productos de calidad y en romper el paradigma de que la animación es solo para niños.
Love Death & Robots es una antología de 18 cortos animados con una duración de 10 minutos en promedio.
Esta serie puede recordarnos mucho a lo que en su momento hicieron las hermanas Wachowski al producir Animatrix junto a otros famosos directores de animación. También es innegable el parecido que tiene la serie con Black Mirror en cuanto a la identidad misma de la serie (interface sci-fi) y al tipo de historias que cuenta, no obstante se deslinda por completo de ella con el pasar de los capítulos.
Ahora, el elefante en la habitación, la animación es increíble y muy variada: tenemos desde el fotorrealismo - al que nos tiene acostumbrados la industria de los videojuegos triple A - pasando por una animación 2D más “tradicional” con una estética más artística y hasta llegar a un estilo de animación que nos recuerda mucho a Spider-Man Into the Spider-verse.
Esto hace que cada episodio tenga su propio estilo, lo cual es muy refrescante y siempre se agradece. En lo personal pienso que es bastante grato cuando en una película o serie en vez de tomarse los primeros minutos para ponerte en contexto sobre los que estas apunto de ver te ponen en medio de un universo desconocido y la trama te va dando (o no) las explicaciones necesarias.
Lo mismo con los finales abiertos; dejar espacio a la imaginación y acabar una historia con cierta incertidumbre es bastante interesante, sin contar que hace justicia al género en el que entra la serie: el cyberpunk y sus derivados. No obstante, si bien es cierto que muchos capitulos congenian, ya sea en estilo de animación o en estética, en muchas ocasiones el contraste entre una historia y la otra puede ser un poco anti-climático, sobre todo si quien lo ve no está acostumbrado a este tipo de formato.
En conclusión, Love, Death & Robots es uno más de tantos ejemplos de que la animación no solo es para niños y de que se pueden entregar productos de extrema calidad tanto narrativa como visualmente.
Muchas ocasiones como adultos perdemos esta capacidad de imaginar o de soñar con mundos fantásticos y esta serie es una increíble oportunidad para dar un mensaje: la imaginación no es solo para niños, crear nuevos y fascinantes universos no tiene edad.